Caminitos de tierra colorada
Caminitos de tierra colorada
no los hay dondequiera;
caminitos de tierra colorada
son propios de Rivera.
En las tibias mañanas luminosas,
refulgen con su brusco cuesta abajo,
hendiendo las cuchillas arenosas
como un sangriento tajo.
Y parece que baja a sus orillas
todo el oro del Sol,
convertido en las flores amarillas
de la vulgar y humilde "mariamol"
Como el tiempo, se cambian sus matices:
de ocre viejo se impregnan, si garúa,
y la tarde de junio can sus grises,
su sepia melancólico acentúa.
Y los llenan de baches y de zanjas
al tráfico continuo de los días,
en invierno, camiones de naranjas,
y en verano, carretas de sandías.
En cada madrugada, es cosa cierta,
que el lechero a caballo o en el carro,
chiflando una "modinha", los despierta,
acompasada al chapaleo del carro.
En la modorra de la siesta ardiente,
cuando una serie de carretas pasa
lenta y pesada, se oye el estridente
grito del eje que reclama grasa;
Carreteros y bueyes, ya del viaje
de varias leguas hartos y mohinos,
ante sus ojos, miran el paisaje
esfumarse de rojo. en los caminos.
Esos caminos rojos de Rivera,
alfombrados de polvo de ladrillo,
y que la "mariamol" en primavera,
se complace en bordearlos de amarillo.
¡Caminitos, caminos de Rivera..!
Mãe Bemvinda
Mãe bemvinda está siempre en movimiento
Desde que sale el sol, hasta su puesta
y hasta en la bochornosa hora de la siesta,
no cesa ni un momento.
Y …la edad de esa negra es un misterio…
Ella misma no sabe de su infancia,
diz, pero hay dudas, que nació en la estancia
de un “Seu Barón”, en tiempos del Imperio.
Señor cuya nobleza consistía,
como en la mayoría de sus iguales,
en explotar esclavos y animales
en sus leguas sin fin…”de sismaría”.
El fuerte traqueteo de sus “tamangos”
despierta muy temprano a los patrones,
a quienes lleva, tras los cimarrones,
el tibio “apoyo” en las jarritas blancas.
Bajo la sombra del ombú gigante,
mientras en el “pilón” pisa los granos
recuerda esos paisajes africanos
donde hay un baobab y un elefante.
Cuando la mazamorra zarandea,
los pollitos la acosan imprudentes,
y le corean sus gritos estridentes
las pintadas gallinas de Guinea.
Saltando en el mortero, mete el pico
el gallo bataraz de plumas suaves
y ¡hasta el lechón guachito! entre las aves,
viene a hozarle los zuecos con su hocico.
Lleva siempre a manera de turbante
un gran pañuelo de colores claros,
y en las orejas, dos enormes aros
de cobre, por el uso, centelleante.
En los días de jolgorio, se acicala
con ropa buena y joyas en exceso,
sin olvidar por eso,
de echarse un trago y de fumar en chala.
La solicitan siempre en los contornos
para que actúe de “Capelao” del terço “
pues, nadie como ella entona el verso
ni al “Divino” le presta sus adornos.
Con la “muringa” baja a la cachimba
y andar va moviendo las caderas,
añorando candombes, habaneras,
y sones de “aricungo” y de “marimba”
Es perita en las artes de cocina,
siendo maestra en platos especiales,
ciñéndose prolijos delantales
cuando hay trajín de harina.
Sabe estallar “pipoca” almibarada
y también hojaldrar ricos pasteles
en las tortas cosecha sus laureles
y se luce en la clásica “feijoada!.
Es ducha en artes de curar mil males,
pues, no resiste el mal sus “benceduras”,
si le fallan los yuyos en las curas
y los ungüentos hechos con rituales.
También es catedrático en limpieza
ya que en cada semana que se inicia,
equilibrando con sin par pericia
un atado de ropa en la cabeza.
va hacia el arroyo, tras un cuzco viejo,
que, por ser blanco, llámase Palomo
y por viejo y por blanco, tiene el lomo
de tan sucio, bermejo.
¡ Mãe Bemvinda está siempre en movimiento!
¡Jamás tiene pereza!
Naciendo el Sol empieza
y hasta que hay Sol, no cesa ni un momento!
Todo lo hace, lo ordena, lo acicala…
¡Todo fue así su vida,
pero, ¡es negra perdida,
si no echa un trago y si no fuma en chala!
Tamboriles
Suena la orquesta de negros
allá en la callé Brasil:
lo acusa ese clarinete,
con sus notas de falsete,
y el son de ese tamboril.
"¡Toque-tón, tongtong, toque-tón, tontgong
De tan negras, ciertas caras
tienen reflejos de añil;
y tienen ojos y dientes,
que nadie sabe seguir:
¡Toque-tón, tongtong, toque-tón. tontgon!
Que el Batuque y el Candombe,
ha tiempo los desterró, eso de "puxar cordones",
tangos, zambas y foxtrots.
¡Toque-toc, toc-toc, toque-toc, toc-toc!"
la mulata Encarnación,
"Fantasiada" de Gitana,
es reina de la jarana
y princesa del salón.
pinceladas de marfil.
y acompaña el tamboril:
¡Toque-toc, toc-toc, toque-toc, toc-toc!"
iniciaron un Batuque,
"¡Toque-tón, tongtong, toque-tón, tontgong!"
Cuando sonríe su boca
es toda una tentación;
cuando soslaya los ojos,
es una provocación.
"¡Toque-ton, tongtong, toque-tón, tontgong!"
Si requiebra una maxixa,
que requiebra el bandoneón,
los requiebros de su cuerpo
son de todos la atención
"¡Toque-ton, tongtong, toque-tón, tontgong!"
Y dicen los mozos blancos
que miran desde el balcón,
que en el cuerpo de esa negra
hay pimienta y pimentón.
"¡Toque-ton, tongtong, toque-tón, tontgong!"
Y los negros fronterizos,
con espíritu jovial,
son muñecos de resorte
cuando llega el Carnaval.
"¡Taque-chá, chás-chás- taque-chá,
chás-chás!
Pues piruetas de fantoche.
contorsiones de reptil,
al compás del tamboril.
"¡Toque-ton, tongtong, toque-tón, tontgong
Podemos hablar? Me gustaria saber unas informaciones
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