domingo, 30 de octubre de 2011

ESTADIO CON PISTA


















PATRIMONIO BISIO

Agustín Bisio

Nació en Rivera en 1894 en la quinta de sus padres junto al Paso de Castro.
Su niñez transcurrió a orillas del arroyo Cuñapirú.

Su itinerario poético comenzó con el premio que le otorgaran siendo alumno del Instituto Aramburú por la composición ˜Días de Gloria˜ de gran difusión en todo el país.

Escribió bajo seudónimo en los diarios ˜La Democracia˜ ˜La razón˜ y ˜El Día˜.

Realizó estudios de Agronomía, pero el amor a su tierra riverense fue más fuerte y vuelve a la frontera para seguir su vocación artística. Enterró sus raíces, fuertes, hondas como el arazá en su Rivera.

Simultáneamente a su creación poética, talló la madera dando forma escultórica a los seres y objetos de su tierra nativa. Ya nunca abandonaría su rincón querido, su tierrita gaucha, como la llamara. También fue un hombre público. Tuvo el cargo de Concejal en el que trabajó con dinamismo por el progreso de su departamento.

En 1947 publicó un libro de poemas ˜Brindis Agreste˜, recibiendo los más cálidos elogios de la crítica y obtiene el premio ˜Remuneración literaria del Ministerio de Instrucción Pública˜.

Su canto, tiene la sencillez y la medida de su vida y de sus cosas. Recoge la musicalidad de la lengua fronteriza hablada en el Barrio ˜La Alegría˜ en Rivera Chico en el Paso de la Hormiga y tantos otros. Su alma de poeta entretejía bordada y trenzaba el verso los usos, las costumbres, los tipos humanos las cosas de esta frontera uruguayo – brasileña.

Su poesía es eco fiel del habla popular del siglo XX. Carlos Zum Felde dice: ˜He de destacar a Bisio (que es tallista extraordinario) en quien se ofrece el caso original de un intelecto cultivado y un alma de primitivo.

Como poeta no sería exagerado decir que el es el creador de un género de poesía fronteriza.

Fronterizos los temas, las descripciones, los sentimientos y sobre todo, ese lenguaje, mezcla de gauchesco y portugués.

¡ Y que cosa sentida y tocante cuando el tema tiende a lo emotivo a lo triste, que maravilla de gracia pintoresca cuando va a lo descriptivo y humorístico!

¡ Y, que novedad y que interés le agrega esa especie de dialecto gaucho brasileño!. Si, creo que es una creación, una cuerda nueva en nuestra lira˜.

Mirta Garat de Marín y Delia Cazarré de Alvez comentan en su libro la ˜Mirada del Tiempo˜.

˜Con fervor evocativo vemos surgir de entre los cerros el caminante introvertido, al escritor que anota de manera entrañable la silueta de un ˜zambo˜ a lomito de burro o de una negra quitandera y bencedora. El poeta de oído sutíl a quien llega el silbido del tropero moroso que viene quizás de Masoller con los ojos callados refugio de paisajes˜. El caminante de silencios plenos Agustín R. Bisio cuya voz con sabor a comarca única y muy suya, recoge el latido del hombre mas allá y más acá de la ˜Línea Divisoria˜ y lo eleva con toques estremecidos de universalidad en ˜Brindis Agreste˜.

Muere el 23 de julio de 1952, en la Rivera de su tierra colorada que inmortalizara en sus versos. Su obra es un verdadero pilar de la singularidad cultural fronteriza.

Datos: División de Cultura – IMRHomenaje al Poeta riverense - Agustín Bisio

Nació en Rivera en 1894 en la quinta de sus padres junto al Paso de Castro.
Su niñez transcurrió a orillas del arroyo Cuñapirú.

Su itinerario poético comenzó con el premio que le otorgaran siendo alumno del Instituto Aramburú por la composición ˜Días de Gloria˜ de gran difusión en todo el país.

Escribió bajo seudónimo en los diarios ˜La Democracia˜ ˜La razón˜ y ˜El Día˜.

Realizó estudios de Agronomía, pero el amor a su tierra riverense fue más fuerte y vuelve a la frontera para seguir su vocación artística. Enterró sus raíces, fuertes, hondas como el arazá en su Rivera.

Simultáneamente a su creación poética, talló la madera dando forma escultórica a los seres y objetos de su tierra nativa. Ya nunca abandonaría su rincón querido, su tierrita gaucha, como la llamara. También fue un hombre público. Tuvo el cargo de Concejal en el que trabajó con dinamismo por el progreso de su departamento.

En 1947 publicó un libro de poemas ˜Brindis Agreste˜, recibiendo los más cálidos elogios de la crítica y obtiene el premio ˜Remuneración literaria del Ministerio de Instrucción Pública˜.

Su canto, tiene la sencillez y la medida de su vida y de sus cosas. Recoge la musicalidad de la lengua fronteriza hablada en el Barrio ˜La Alegría˜ en Rivera Chico en el Paso de la Hormiga y tantos otros. Su alma de poeta entretejía bordada y trenzaba el verso los usos, las costumbres, los tipos humanos las cosas de esta frontera uruguayo – brasileña.

Su poesía es eco fiel del habla popular del siglo XX. Carlos Zum Felde dice: ˜He de destacar a Bisio (que es tallista extraordinario) en quien se ofrece el caso original de un intelecto cultivado y un alma de primitivo.

Como poeta no sería exagerado decir que el es el creador de un género de poesía fronteriza.

Fronterizos los temas, las descripciones, los sentimientos y sobre todo, ese lenguaje, mezcla de gauchesco y portugués.

¡ Y que cosa sentida y tocante cuando el tema tiende a lo emotivo a lo triste, que maravilla de gracia pintoresca cuando va a lo descriptivo y humorístico!

¡ Y, que novedad y que interés le agrega esa especie de dialecto gaucho brasileño!. Si, creo que es una creación, una cuerda nueva en nuestra lira˜.

Mirta Garat de Marín y Delia Cazarré de Alvez comentan en su libro la ˜Mirada del Tiempo˜.

˜Con fervor evocativo vemos surgir de entre los cerros el caminante introvertido, al escritor que anota de manera entrañable la silueta de un ˜zambo˜ a lomito de burro o de una negra quitandera y bencedora. El poeta de oído sutíl a quien llega el silbido del tropero moroso que viene quizás de Masoller con los ojos callados refugio de paisajes˜. El caminante de silencios plenos Agustín R. Bisio cuya voz con sabor a comarca única y muy suya, recoge el latido del hombre mas allá y más acá de la ˜Línea Divisoria˜ y lo eleva con toques estremecidos de universalidad en ˜Brindis Agreste˜.

Muere el 23 de julio de 1952, en la Rivera de su tierra colorada que inmortalizara en sus versos. Su obra es un verdadero pilar de la singularidad cultural fronteriza.

La Casona fue declarado monumento histórico el 19 de agosto de 1981. La Escuela N° 112 del Barrio Bisio lleva su Nombre.

Dijo Montiel Ballesteros, refiriéndose a Bisio: "Un singular destino del Terruño hace nacer en su extremo norte a este bardo sencillo; claro y profano a quien la naturaleza ha dotado de una pródiga capacidad plástica y eufónica, con un leve dejo de picardía criolla y para señalar, puntualizar y valorizar lo que es esencial y entrañablemente nuestro.

Considerado la mayor autoridad de esa polémica pero innegable realidad de una creación popular lingüística como el portuñol. Su aporte aun hoy conserva vigencias y constituye obligado punto de referencia en el tema.







Caminitos de tierra colorada

Caminitos de tierra colorada
no los hay dondequiera;
caminitos de tierra colorada
son propios de Rivera.

En las tibias mañanas luminosas,
refulgen con su brusco cuesta abajo,
hendiendo las cuchillas arenosas
como un sangriento tajo.

Y parece que baja a sus orillas
todo el oro del Sol,
convertido en las flores amarillas
de la vulgar y humilde "mariamol"

Como el tiempo, se cambian sus matices:
de ocre viejo se impregnan, si garúa,
y la tarde de junio can sus grises,
su sepia melancólico acentúa.

Y los llenan de baches y de zanjas
al tráfico continuo de los días,
en invierno, camiones de naranjas,
y en verano, carretas de sandías.

En cada madrugada, es cosa cierta,
que el lechero a caballo o en el carro,
chiflando una "modinha", los despierta,
acompasada al chapaleo del carro.

En la modorra de la siesta ardiente,
cuando una serie de carretas pasa
lenta y pesada, se oye el estridente
grito del eje que reclama grasa;

Carreteros y bueyes, ya del viaje
de varias leguas hartos y mohinos,
ante sus ojos, miran el paisaje
esfumarse de rojo. en los caminos.

Esos caminos rojos de Rivera,
alfombrados de polvo de ladrillo,
y que la "mariamol" en primavera,
se complace en bordearlos de amarillo.
¡Caminitos, caminos de Rivera..!
Mãe Bemvinda

Mãe bemvinda está siempre en movimiento
Desde que sale el sol, hasta su puesta
y hasta en la bochornosa hora de la siesta,
no cesa ni un momento.

Y …la edad de esa negra es un misterio…
Ella misma no sabe de su infancia,
diz, pero hay dudas, que nació en la estancia
de un “Seu Barón”, en tiempos del Imperio.

Señor cuya nobleza consistía,
como en la mayoría de sus iguales,
en explotar esclavos y animales
en sus leguas sin fin…”de sismaría”.

El fuerte traqueteo de sus “tamangos”
despierta muy temprano a los patrones,
a quienes lleva, tras los cimarrones,
el tibio “apoyo” en las jarritas blancas.

Bajo la sombra del ombú gigante,
mientras en el “pilón” pisa los granos
recuerda esos paisajes africanos
donde hay un baobab y un elefante.

Cuando la mazamorra zarandea,
los pollitos la acosan imprudentes,
y le corean sus gritos estridentes
las pintadas gallinas de Guinea.

Saltando en el mortero, mete el pico
el gallo bataraz de plumas suaves
y ¡hasta el lechón guachito! entre las aves,
viene a hozarle los zuecos con su hocico.

Lleva siempre a manera de turbante
un gran pañuelo de colores claros,
y en las orejas, dos enormes aros
de cobre, por el uso, centelleante.

En los días de jolgorio, se acicala
con ropa buena y joyas en exceso,
sin olvidar por eso,
de echarse un trago y de fumar en chala.

La solicitan siempre en los contornos
para que actúe de “Capelao” del terço “
pues, nadie como ella entona el verso
ni al “Divino” le presta sus adornos.

Con la “muringa” baja a la cachimba
y andar va moviendo las caderas,
añorando candombes, habaneras,
y sones de “aricungo” y de “marimba”

Es perita en las artes de cocina,
siendo maestra en platos especiales,
ciñéndose prolijos delantales
cuando hay trajín de harina.

Sabe estallar “pipoca” almibarada
y también hojaldrar ricos pasteles
en las tortas cosecha sus laureles
y se luce en la clásica “feijoada!.

Es ducha en artes de curar mil males,
pues, no resiste el mal sus “benceduras”,
si le fallan los yuyos en las curas
y los ungüentos hechos con rituales.

También es catedrático en limpieza
ya que en cada semana que se inicia,
equilibrando con sin par pericia
un atado de ropa en la cabeza.

va hacia el arroyo, tras un cuzco viejo,
que, por ser blanco, llámase Palomo
y por viejo y por blanco, tiene el lomo
de tan sucio, bermejo.

¡ Mãe Bemvinda está siempre en movimiento!
¡Jamás tiene pereza!
Naciendo el Sol empieza
y hasta que hay Sol, no cesa ni un momento!

Todo lo hace, lo ordena, lo acicala…
¡Todo fue así su vida,
pero, ¡es negra perdida,
si no echa un trago y si no fuma en chala!

Tamboriles

Suena la orquesta de negros
allá en la callé Brasil:
lo acusa ese clarinete,
con sus notas de falsete,
y el son de ese tamboril.

"¡Toque-tón, tongtong, toque-tón, tontgong
De tan negras, ciertas caras
tienen reflejos de añil;
y tienen ojos y dientes,
que nadie sabe seguir:

¡Toque-tón, tongtong, toque-tón. tontgon!
Que el Batuque y el Candombe,
ha tiempo los desterró, eso de "puxar cordones",
tangos, zambas y foxtrots.

¡Toque-toc, toc-toc, toque-toc, toc-toc!"
la mulata Encarnación,
"Fantasiada" de Gitana,
es reina de la jarana
y princesa del salón.
pinceladas de marfil.
y acompaña el tamboril:

¡Toque-toc, toc-toc, toque-toc, toc-toc!"
iniciaron un Batuque,
"¡Toque-tón, tongtong, toque-tón, tontgong!"

Cuando sonríe su boca
es toda una tentación;
cuando soslaya los ojos,
es una provocación.

"¡Toque-ton, tongtong, toque-tón, tontgong!"
Si requiebra una maxixa,
que requiebra el bandoneón,
los requiebros de su cuerpo
son de todos la atención

"¡Toque-ton, tongtong, toque-tón, tontgong!"
Y dicen los mozos blancos
que miran desde el balcón,
que en el cuerpo de esa negra
hay pimienta y pimentón.

"¡Toque-ton, tongtong, toque-tón, tontgong!"
Y los negros fronterizos,
con espíritu jovial,
son muñecos de resorte
cuando llega el Carnaval.

"¡Taque-chá, chás-chás- taque-chá,
chás-chás!
Pues piruetas de fantoche.
contorsiones de reptil,
al compás del tamboril.
"¡Toque-ton, tongtong, toque-tón, tontgong










En la vieja casona localizada en la hoy calle Julio César Grauert al N° 1740, esquina Domingo Arena, en la novena sección de Rivera, Rosa Bisio Repetto, hija de Ramón Bisio, una italiana de orígen genovés casada con su primo hermano, Juan Bisio Repetto, hijo de Agustín Bisio, dio a luz el 1° de febrero de 1894 a Agustín Ramón Bisio.

Los padres de quien sería una de las máximas cumbres poéticas de esta frontera formaron el núcleo de los primero pobladores de esta ciudad. Eran provenientes de Génova y chacreros por tradición.

En esa casa y lugar, rodeado de sus padres y sus cuatro hermanas, Remigia, Teresa, Victoria, una educacionista, y María también nació el poeta que con rasgos firmes y tiernos, de particular belleza, retrató las cosas y las gentes de nuestra frontera a la cual conoció y amó profundamente. Bisio exteriorizo todo su amor a esta tierrita gaucha, a través del verso y de sus tallas y en el tañir querendón de su guitarra que se unía en tertulias familiares con mandolinas y con lira ejecutadas por sus primas.

El Museo Bisio, inaugurado en agosto de 1977 en la escuela n° 112 una fuente inagotable de estudio, que desde el 23 de julio de 1955 se encontraba en el que fue su hogar.



AGUSTIN RAMON BISIO. Excelente estudiante en todos los niveles. Apenas una materia le faltó para obtener el título de Ingeniero Agrónomo, que no lo logró por un desentendimiento con un profesor. Vuelve a su tierra, a su barrio, a la quinta de sus padres en el Paso de Castro, cuyos límites llegaban hasta la margen izquierda del Arroyo Cuñapirú e iba hasta el "Horno de Avenatti". Esta zona de Rivera es conocida hoy como "Barrio Bisio".

Bisio dedicó su vida a la poesía que trabajó incansablemente desde su puesto de Concejal en varios períodos. En 1947 se publica su primer libro "Brindis Agreste", recibiendo el premio "Remuneración Literaria del Ministerio de Instrucción Primaria". De Bisio, Zum Felde, en su visita de 1936, a nuestra ciudad, dirá " ....es el creador de un género de poesía que será preciso hacer conocer: la poesía fronteriza".

Bregó por la creación del museo, al no tener apoyo organizó parcialmente uno de su propiedad. Poco a poco fue agregando piezas a su museo Indio. Verdadera obra de alto valor cultural que se encuentra hoy en la escuela N° 112 que lleva su nombre, cuyo terreno fuera donado por Victoria y María Bisio.

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